“Nosotras que nos queremos tanto”, se publicó el
año 1991, ya terminado el período de dictadura en Chile, sin embargo se puede
percibir con claridad en la lectura de la obra la influencia ejercida por dicho
período dictatorial sobre la autora que además de haberla marcado, la dejó aún mas, fuertemente arraigada a una postura de izquierda declarada
públicamente aún en hechos del acontecer nacional reciente.
Marcela Serrano regresó en 1977. Sobre los años
pasados en el exilio, Serrano escribe: "El exilio. Primero, antes del
exilio había vivido en París un año como estudiante, debe haber sido cuatro
años después del 68, cuando estaban todos los gérmenes de la Revolución de
Mayo en el aire, y yo me fui con dos de mis hermanas, según nosotras
a aprender francés. Congelamos nuestros estudios en Santiago y nos fuimos a
vivir allá. Fue una experiencia fascinante, realmente apasionante. Aprendimos
francés, pero también aprendimos muchas otras cosas. Después volví a Chile y
vino el golpe. Ahí me tocó el exilio italiano; nos tocaba, uno no decidía
cuando era militante de un partido, y tuve un exilio en Roma. Roma en sí fue un
privilegio. El calor de los italianos, la recepción que nos hicieron, la
solidaridad de ellos fue una cosa maravillosa, pero tuvimos que vivir en
condiciones que yo ni siquiera intuía. Yo había tenido una vida bastante regalada
antes de eso, en casa de mis padres, entonces fue muy duro. Al final me
volví".
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